jueves, 11 de diciembre de 2014

¡Como ha cambiado la vida!

Hoy en clase de historia, después de darme dos años clase Agustín, creo que ha sido la primera vez que la clase se me ha pasado "volá" y me lo he pasado genial (a la vez aprendiendo), todo ello sobre el tema que estamos dando sobre los cambios sociales.
Uno de los temas que más me ha interesado ha sido cuando Agustín nos ha enseñado las cartas que se tenían que enviar antiguamente para poder conquistarse y al momento todos hemos saltado: "que cursi" a lo que él ha respondido: ¿Que os pensáis que los mensajes que os enviáis vosotros ahora por whatsap, twitter no son cursis? Si cuando los leéis se os cae la baba..." a lo que yo he respondido de forma muy espontánea: "Y también las bragas", un ejemplo claro de que a eso que nosotros llamamos cursi, hoy aún está a la orden del día:
Que no sé que será mejor, si leer esto o las cartas que se mandaban antiguamente:
Nosotros ahora estamos ahora acostumbrados a vivir en una sociedad en la que lo vulgar nos parece lo más normal, con expresiones como:
- "Te voy a meter más rabo que pescuezo tiene pavo" (Típica en Alcolea)
- "Me gustaría ser tu calzón para olerte los pedos"
- "Quien fuera toalla para secar tanta hermosura"


Teresa Sosa Gómez 1ºA Historia 




1 comentario:

  1. Estimada señorita: cuando la contemplo en clase, embelesada en conversaciones con el señorito Flores, mientras su mirada se pierde por entre las telarañas del aula, cuando el rumor de sus palabras se extiende hasta los oídos de la señorita Tapiador, mientras su meliflua sonrisa se despereza al oir los trinos del señorito García Peñasco, cuando sus gráciles dedos acarician el teclado aterciopelado de su móvil mandando lindos mensajes a sus amistades... mientras tanto... mientras tanto... mientras tanto
    CÁLLATE, CÁLLATE, CÁLLATE QUE ME DESESPERAS.
    Firmado, su quemado profesor, que tanto la aguanta.

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